Una princesa con corazón de guerrera

Toda mujer fue niña una vez. Y toda niña guarda en sus corazón sus más preciosos sueños. Sin embargo hemos perdido el corazón de mujer...

Convierte en leyenda...

No se trata de los zapatos. Se trata de saber hacia donde te diriges. Sin olvidar donde empezaste. Se trata de tener el coraje para fallar. No quebrarse cuando estas derrotado. Tomando todo lo que se te ha dado. Y hacer algo mejor..

Day of Days...

Nos lo han dicho. Miles de veces. "Fueron escogidos para ello". Una nueva unidad. Un nuevo escuadrón. Una misión única: Ser los primeros en tocar tierra. Antes que cualquier soldado haga su desembarco en el Día D. Usted. Yo. Hemos sido seleccionados para abrir brecha en las líneas enemigas...

Sin miedo a nada...

Miedo. El mayor enemigo de nuestros sueños. Temor al fracaso. A arriesgar de nuevo y salir lastimados. Interrogantes que flotan día a día en nuestras cabezas. La diferencia entre lograr algo y quedarse con las ganas...

Hambre de Gloria...

De verdad deseas morir de esta manera?. Lo sabes, esta esperando por ti. Piénsalo bien amigo. ¿Te importa tanto? ¿Realmente lo quieres?. Esa corona puedes conseguirla de otra manera. Porque arriesgarte. Lo sabes bien. Van a quebrar tus huesos y moler tu cuerpo...

28 marzo 2012

Dosis diaria - De par en par...

Estando Jesús sentado delante del arca de la ofrenda, miraba cómo el pueblo echaba dinero en el arca… Y vino una viuda pobre y echó dos blancas… Entonces, llamando a sus discípulos, les dijo: … esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca, porque todos han echado de lo que les sobra, pero esta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento. Marcos 12:41-44

¿Alguna vez ha querido atraer la atención de Dios? Pues, usted lo puede hacer. Hay una cierta osadía, cierta clase de fe en dar que atrae la atención de Dios. Puede verlo en Marcos 12. Lea ese capítulo e imagínese lo que está pasando.

Jesús estaba sentado junto al arca de las ofrendas, y observaba a la gente depositar las ofrendas. ¿Sabía usted que ahí había unos mojigatos luciéndose en esa ocasión? No podían faltar las túnicas farisaicas rozándose cuando esos líderes acaudalados caminaban a echar las ofrendas ese día.

En medio de todo eso, una pobre viuda avanzó y echó su ofrenda. Puedo imaginármela, y hasta puedo escucharla decirse a sí misma: “Por el Dios eterno Todopoderoso que vive, ya he tenido suficiente de esta pobreza. Estoy harta de no tener nada, sino necesidad. Quizá ahora sólo sea una pobre viuda, pero nunca más volveré a ser una pobre viuda. Voy a ser una viuda en la quiebra si Dios no hace algo, porque le estoy dando todo lo que tengo”. Entonces, ¡zas! Echó el último centavo que tenía en la ofrenda.

¿Sabe qué? Eso atrajo la atención de Jesús y lo motivó a decir: “Escuchen, todos. Quiero hablarles de esta mujer…”, y comenzó a predicar.

Lo que movió a Jesús no fue lo que ella dio, sino cómo lo dio. Ella dio en fe, no en temor. No se detuvo y calculó lo que no tenía y dijo: “Caramba, si hago esto, mañana no tendré comida”. Echó con confianza todo lo que tenía, esperando a cambio que Dios cuidara de ella.

Usted y yo necesitamos tener esa misma actitud. Necesitamos comenzar a levantar nuestras ofrendas al Señor con confianza, depositándolas con decisión a su servicio, esperando a cambio sus bendiciones.

Si usted tiene una necesidad ahora mismo, dé con osadía y atraiga la atención de Dios, como lo hizo la viuda. Abra la puerta de su hogar de par en par y dé todo lo que tenga a Jesús. Dígale que Él es su recurso, su fuente y su proveedor. Cuando usted menos lo espere, la abundancia de Dios se derramará en su vida.

Por Carlos Vargas (Calithos)

27 marzo 2012

Dosis diaria - En búsqueda de la felicidad...

Había un grupo de operarios de una fábrica que eran infelices. Su sueldo era bueno, sus horas de trabajo eran las adecuadas, las condiciones de trabajo eran excelentes. Estos operarios admitían todo eso, no obstante su descontento era marcado. La gerencia estaba perpleja y preocupada. Finalmente llamó a un psicólogo industrial. El profesional estudió la situación y descubrió que el problema estaba en los zapatos de los trabajadores.

Los operarios tenían que estar de pie por largos períodos de tiempo, y sus pies y piernas quedaban extremadamente cansados porque sus zapatos no eran los adecuados para ese tipo de esfuerzo. La fatiga que comenzaba en sus pies se desparramaba por los nervios. Y así cualquier dificultad, por pequeña que fuera, se transformaba en un problema serio. La empresa mandó a hacer zapatos especiales y el descontento desapareció.

Frecuentemente ocurre lo mismo con nosotros…

…la cosa más simple nos afecta.

…una canilla que gotea puede irritarnos mucho.

…un día desagradable nos arruina toda la semana.

…una palabra dura pone fin a una amistad.

…un mal hábito deteriora un carácter.

…una pequeña preocupación da inicio a una cadena de preocupaciones.

…un pequeño dolor puede ser amplificado en nuestra mente al punto de convertirse en una enfermedad incurable.

¿Es usted una persona alegre? Se puede tener momentos de alegría originada por la obtención de cosas buenas, de logros merecidos, etc. Pero la verdadera felicidad no depende de las cosas que pasan a nuestro alrededor, ni de los triunfos obtenidos. ¡Ella proviene de fuentes internas de nuestra vida! ¡Es una actitud de vida basada en una experiencia muy fuerte a nivel espiritual!

El apóstol Pablo estaba encarcelado en Roma; estaba como un águila enjaulada. Habían logrado detenerlo en su misión de llevar las buenas noticias de que en Jesús hay vida abundante, por lo que sus enemigos estaban contentos. Pero él, aunque encadenado,había aprendido que la felicidad no depende de las circunstancias que nos toca vivir sino del estado de nuestra alma.

En esas condiciones le escribió a una iglesia en Filipos, y en su carta, que puede ser leída en menos de 10 minutos, dieciséis veces les habla a los hermanos acerca de la importancia de alegrarse y ser felices.

¿Cómo un hombre que está en la cárcel, encadenado, puede hablar de felicidad? ¿No sería lógico que su carta estuviera saturada de quejas, protestas, reclamos, pedido de ayuda? ¿Qué sucedió en la vida de Pablo que lo hacía un hombre diferente, un hombre que a pesar de las dificultades seguía siendo feliz?

El secreto es que Pablo le había pedido a Dios que se involucrara en su historia; había abierto su corazón sinceramente a Dios, lo buscó y lo encontró, y Dios le cambió la vida.

¡Sólo Dios es la fuente de la verdadera felicidad! Hay un solo camino para llegar a Él. Ese camino es Jesús. Si usted no es feliz, le animo a que ore con fe y le pida a Jesús que perdone todos sus pecados, que intervenga en su vida, que la cambie al punto de hacer todo nuevo. Y la paz y la felicidad indestructibles fluirán de su interior.

Rubén Kassabián

26 marzo 2012

Dosis diaria - Casa de herrero, cuchillo de palo...

Pasaje clave: Lucas 2:40.

¿Cuándo encontramos el primer indicio de que Él sabe que es el Hijo de Dios?

En el templo en Jerusalén.

Tenía doce años. Sus padres habían caminado tres días de regreso a Nazaret antes de descubrir que les faltaba el muchacho. El templo era el último lugar en que pensaron encontrarlo. Pero fue el primero al que fue Jesús. No fue a casa de un primo ni a casa de un compañero de juegos. Buscó el centro mismo del pensamiento piadoso y, al hacerlo, nos inspira a hacer lo mismo. Cuando José y María localizaron a su hijo, Él había confundido a los hombres más doctos del templo.

Aun siendo muchacho Jesús ya percibe el llamado de Dios. Pero, ¿qué hacer luego? ¿Reclutar discípulos y hacer milagros? No; regresa a su casa con sus padres y aprende el oficio de la familia.
Eso es exactamente lo que usted debe hacer. ¿Quiere poner enfoque en su vida? Haga lo que Jesús hizo. Váyase a casa, ame a su familia y atienda sus asuntos.

Pero Max: “Yo quiero ser misionero”. Su primer campo misionero está bajo su techo. ¿Qué le hace pensar que le creerán en el extranjero si no le creen al otro lado del corredor?

Extracto del libro “3:16 Los Números de la Esperanza"

Max Lucado

25 marzo 2012

Mensaje Dominguero: The Day of Days

0710. Omaha Beach. Miles de hombres han entrado antes que nosotros. Ahora es nuestro turno. Conocemos el plan a la perfección.Estudiado miles de veces hasta aprenderlo de memoria. Sin embargo nada nos prepara para lo que hemos de enfrentar allá. Cadáveres de soldados apiñados en la arena, flotando en el agua, moviéndose al ritmo de las olas. Todo a su alrededor parece incontrolable; enemigos por todas partes, centenares de hombres heridos, disparos y ruido.

Francotiradores desde lo alto se encargan de dar caza a los pocos que han sobrevivido al primer ataque. Donde quiera que miremos encontramos la misma señal. Desesperación. Angustia. Dolor. Las puertas del Higgins se abren y lo primero que escuchamos son los zumbidos de las balas adentrándose en el cuerpo de nuestro compañeros. No hay tiempo para reaccionar, tan solo para actuar. A rastras nos movemos entre los cadáveres. Compañeros que fueron entrenados para asimilar el dolor, ahora lloran como niños clamando desesperadamente la presencia de un ser querido.

Hay caos, incertidumbre, y confusión. Las balas siguen haciendo mella en los sobrevivientes, sin embargo, a como podemos avanzamos. A lo lejos esta el acantilado. Nuestro seguro de vida. Granadas y explosiones marcan nuestro sendero. Y de pronto. Sin pensarlo. Una bala detiene nuestro camino. El calor en nuestro ser se funde con el frío ardor del metal penetrando en nuestro cuerpo. Un grito desesperado sale desde el fondo del alma. Nos han dado. Las fuerzas se apagan. Antes de ser impactados de nuevo por una bala, nuestro cuerpo cae sobre la arena. Médico, médico. Grita un soldado que pasa a nuestro lado, mientras nuestra mirada permanece fija en el acantilado. Nuestro seguro de vida. Tan cerca y tan lejos...

Soldados heridos...

Y ahí esta usted. Yo. Él. Atrincherado. Herido. Sin fuerza.Viendo como las balas cruzan de un lado hacia otro. Sin poder moverse.Esperando ser rescatado mientras las horas pasan lentamente.Sus heridas están vendadas pero siguen sangrando. El ruido ensordecedor del artillero que vuela sobre su cabeza le impide pensar con claridad,soñoliento se confunde y desesperadamente agota todas sus fuerzas, disparando a las sombras que se esconden detrás de los arboles, y tímidamente se mueven al compas del viento.

Las imágenes de sus seres queridos revolotean por su mente como aves perdidas sin saber a donde ir,
los honores ya recibidos por las conquista del ayer, la posibilidad de ser capturado, el temor a ser uno más de los olvidados en el campo de batalla. Es el momento más decisivo en la vida de un soldado. Fue entrenado para combatir y nunca para ser vencido o capturado. La auto eliminación comienza a bailar amargamente en los rincones de su mente;mejor es morir con las botas puestas que claudicar en el ultimo momento.

Es ahí donde empieza su lucha personal. Entregarse al destino para el cual fue entrenado, o dejarse vencer por su más férreo enemigo, su traidor interno. Las horas pasan. Las heridas sangran y un clamor sale desde el fondo de su alma. Una oportunidad. Tan solo una oportunidad para volver a ver casa y besar el rostro de su amada.Es todo lo que pide. Una oportunidad para dejar atrás el pasado y corregir sus errores. Una bengala estalla en medio de la oscuridad. Todo se apaga de nuevo. Gritos. Balas. Lamentos. La mano de un soldado amigo tomando su chaleco y la promesa de un nuevo día llega con esta.

- Lo recuerdas, seremos los primeros en avanzar y los últimos en retirarnos, fue una promesa. Juntos volveremos a casa...

Hermanos de sangre...

Si has llegado hasta acá, seguro pensarás que hemos perdido un tornillo. Quizás no estes muy lejos de la realidad. La verdad que hay que estar un poco loco para tomar la decisión de ir a ese campo de batalla y cumplir nuestra promesa de volver juntos a casa.¿Cual batalla? ¿Cual casa? ¿De que esta hablando Pablo?, podrás estar pensando. Hagamos una pausa. Mire a su alrededor ¿Que observa?¿Familias que resisten a los problemas? ¿Jóvenes alejándose de las pandillas para integrarse a las escuelas? ¿Hombres hechos y derechos que aceptan que amor es dar su vida por hacer feliz a su pareja?Ojala fuera solo una anécdota del pasado o una historia de ciencia ficción. Sin embargo no lo es. Los índices de criminalidad crecen en nuestro país, mientras los jóvenes se pierden y las familias se desintegran de la noche a la mañana.

El lugar en el que vivimos parece un campo de batalla. Una guerra despiadada interminable que se pelea en las calles mientras nuestros soldados siguen siendo eliminados uno por uno. Una batalla por el corazón humano. Una pelea que estamos perdiendo día con día, sentados en nuestros hogares, refugiándonos en lo seguro mientras miles de personas se pierden en las calles, esperando una mano amiga, un brazo extendido que le permita levantarse para seguir peleando por su vida y la de sus seres queridos.

Sin embargo la ayuda no llega hasta sus trincheras, mientras miles mueren en desesperación buscando callejones sin salida, hundiéndose cada díamás en la búsqueda de respuestas a su dolor y angustia. Sumergidos en un mundo que ya no desean más, suplicando que alguien, tan solo alguien les tienda la mano. ¿Cuantos más deben morir? Es la pregunta que me hago en este día. No son extraños. Son mis amigos -tus amigos- los que estamos dejando morir. Hoy los miras en las calles y ves un drogadicto, una mujer perdida, sin embargo alguna vez fue tu amigo, tu vecina. Se que suena feo, pero es la realidad. Esto no es un juego. Es una guerra. Y miles mueren esperando la llegada de su salvación. La desesperación es total. Un pueblo clama ¿Donde están los refuerzos?

¿Habrá esperanza para ellos? ¿Cuanto más lucharan solos? La historia la escriben los valientes. Creo firmemente que es el momento de ir a su rescate. Nosotros podemos hacer la diferencia. Una generación dispuesta a luchar por la vida de sus amigos, de sus vecinos. Entregando nuestra propia vida si es necesario con tal de salvar la suya. Yo estoy dispuesto a no dejar morir un soldado más en el camino. Creo firmemente que el momento ha llegado. Lo puedo sentir. El día de días, ese en que todos volveremos juntos a casa esta cerca.Pero hoy nos toca salir a pelear. ¿Porque? Porque alguien lo hizo una vez por nosotros, y es gracias a ellos, es que hoy estamos aquí.

Salgamos a las calles. Se las dejo picando. Tendamos la mano al más necesitado. Nosotros podemos hacer al diferencia. Porque como dije una vez: Si con una palabra podemos llevar esperanza al más necesitado, nuestra vida no habrá sido en vano.
No dejemos uno solo de nuestros hermanos en el campo de batalla. Recordemos que no hay amor más grande que aquel que da la vida por sus amigos. Fuerza y honor. No quiero pensar que cayeron en vano.

Operación Rescate: Por los caídos en batalla...

Nos lo han dicho. Miles de veces. "Fueron escogidos para ello".Una nueva unidad. Un nuevo escuadrón. Una misión única: Ser los primeros en tocar tierra. Antes que cualquier soldado haga su desembarco en el Día D. Usted. Yo. Hemos sido seleccionados para abrir brecha en las líneas enemigas. Entrenados por meses en situaciones que nos ha llevado al limite de nuestras capacidades, el momento de la verdad finalmente ha llegado. Somos lo que somos aunque a veces lo olvidemos. Soldados en el campo de batalla.

No lo hacemos por dinero, porque es una suma que nunca se podrá pagar. No lo hacemos por la gloria, lo hacemos porque nace de nuestro corazón. Es ponerse en el lugar de un padre que clama por su hijo. Una madre que no sabe porque su hija nunca regreso a casa. Por todos. Por cada uno de ellos. Cuando el viento viene y golpea sobre nuestra casa.Saldremos al campo de batalla. Carecemos de historia. Pocos conocen nuestro nombre. Más tenemos una cita con el destino. Como pioneros y aventureros, hemos roto con el pasado y sus tradiciones para poder reclamar nuestro futuro. Estamos listos. La fría y oscura noche nos esperan. La victoria viene con ella. No dejaremos a nadie atrás. Juntos volveremos a casa.

¿Y tu mi amigo que piensas?
¿Como podemos marcar la diferencia?

24 marzo 2012

Dosis diaria - Siempre sale el sol...

En medio de crisis o problemas, puede ser que se nos haga difícil mantener la confianza y esperar en Dios. Pero aún así, el Señor nos insiste en que pongamos nuestra mirada en Él. En la vida habrá tormentas, pero tarde o temprano, saldrá el Sol. Dios tiene todo bajo control.

Si usted ha pasado muchas horas en el aire, como yo, mirando hacia fuera desde su asiento en un avión, quizá comprenda por qué sentí que no era casualidad cuando abrí mi Biblia durante un vuelo y leí ese glorioso pasaje de Job 37:16: "¿Has conocido tú las diferencias de las nubes, las maravillas del Perfecto en sabiduría?"

Algunas veces estas nubes pueden estar llenas de lluvia, pero qué consuelo es saber que ninguna mano extraña ha velado nuestro cielo. ¡Lo más maravilloso del mundo, la seguridad más grande que un ser humano puede experimentar, es saber que, ya sea que estemos atravesando oscuras nubes y nuestro día sea oscuro, ya sea que caiga lluvia o brille el Sol, sin importar circunstancias o condiciones que debamos enfrentar, ninguna mano extraña ha velado nuestro cielo!

Sí, el cielo puede estar lleno de sombras, pero esas sombras se han reunido por voluntad de Aquel en el que confiamos. Si usted es hijo de Dios, si vive en el centro de su voluntad, si le ha entregado a Él su cuerpo, alma y espíritu, si su consagración ha llegado a tal punto que literalmente no tiene voluntad propia y ha entregado completamente su vida y su voluntad a Él y es guiado por su mano, entonces no ha sufrido ni sufrirá en el futuro ningún dolor que no sea por designio de Dios y para el cumplimiento de su misericordioso propósito.

Algunas veces somos demasiado ciegos, demasiado débiles para comprender las diferencias de las nubes y las maravillas de Aquel que es perfecto en sabiduría. Pero sabemos que su nombre es amor, y detrás de todo el misterio está la luz que no cambia.

Cuando enfrentamos los cambios de las nubes, es por la obra maravillosa de Aquel que es perfecto en conocimiento y perfecto en sabiduría. No siempre podemos comprenderlo, pero hace mucho tiempo descubrí algo: las más duras pruebas convierten a los cristianos comunes en santos extraordinarios, y los preparan para ser usados en un servicio extraordinario.

No importa quién es usted. Quizá crea que es la persona más común del mundo; pero Dios puede tomar esa vida suya y convertirla en una de las más hermosas, y hacer de usted un santo "poco común".

Y cuando Él lo haya convertido en un santo poco común, lo utilizará en un servicio poco común. Yo digo una y otra vez: "Dios no usa vasos de oro o plata, sino vasos rendidos a Él". Y algunas veces, cuando esas nubes son oscuras y grandes, y se acerca la tormenta, quizá no sea lo más fácil continuar entregados a Aquel que tiene conocimiento perfecto; pero debemos confiar en Él con confianza perfecta.

Quizá esta analogía le ayude a comprender lo que trato de decir.

Tengo algunas plantas en mi patio, y hay entre ellas una que es especialmente hermosa. La he visto dar pimpollos y la he visto florecer. Entonces llegaron las lluvias y la tormenta, y esas flores tan hermosas repentinamente se vieron aplastadas por la cruel tormenta. Parecía que toda su gloria y toda su belleza habían desaparecido. Pasó la noche, llegó la mañana, y el Sol derramó toda su luz y su fuerza sobre la flor. Cuando volví a mirarla, su cabeza estaba erguida una vez más y sus pétalos, abiertos. No solo había recobrado su gloria, sino que parecía más hermosa que antes.

Este frágil capullo, al entrar en contacto con la feroz tormenta, había parecido vencido. Pero cuando entró en contacto con una fuerza más potente que la de la tormenta, recibió fortaleza, y su belleza no solo fue restaurada, sino que fue mayor.

Puedo decirle algo, y le jugaría la vida en ello: no tenemos por qué ser derrotados en nada, si estamos en contacto con el Espíritu Santo, no importa lo terrible que sea la tormenta o la densidad o la oscuridad de las nubes que deba atravesar.

Usted y yo no podemos vivir ni conocer la victoria si no estamos en comunión con el Espíritu Santo. Él es el secreto de nuestra fortaleza y de nuestra victoria. Pablo no podría hacer vivido en victoria, no podría haber sobrevivido a las tormentas que amenazaban su vida, no podría haber atravesado las pruebas en triunfo, si no hubiera sido por el poder del Espíritu Santo.

"¿Has conocido tú las diferencias de las nubes?" Nunca es un gozo ilimitado. Pero hay personas que piensan que la vida debería ser un placer constante; cada día, un glorioso picnic. Si usted es parte de la humanidad, habrá dolores y decepciones. Habrá tragedias. Pero Dios se ocupa de que las nubes cambien. Y así como habrá nubes, también habrá Sol, y siempre podemos confiar en que Dios sabrá cambiar las nubes, porque Él es perfecto en conocimiento.

Su responsabilidad no es cambiar las nubes en su vida. La parte que usted y yo debemos cumplir es enfrentar esas nubes y saber qué hacer con nuestros dolores y decepciones. Lo único por lo que usted y yo debemos preocuparnos, es qué hacer con esa tragedia, qué hacer con ese sufrimiento y esas decepciones, cuando lleguen.

Una vez que hemos escuchado la enseñanza de Dios, hemos comprendido que somos hijos suyos y hemos puesto nuestra confianza en Él; una vez que hemos aceptado la necesidad de tener fe en Él y en sus promesas, entonces podemos obtener la valentía que necesitamos para enfrentar la vida.

Debemos tener valor para enfrentar la vida cada día. Pero la pregunta es: "¿Cómo?" Debemos enfrentar el futuro y todos los problemas del mañana con valentía gracias a Aquel que es perfecto en conocimiento y sabiduría. Y no dejemos de reconocer que la valentía para vivir bien debe tener un buen fundamento.

Las personas que se distinguen en la vida y llegan a logros significativos, los que experimentan los mayores gozos y las más satisfactorias victorias, son las que aceptan la dificultad como un desafío y no se permiten ser atemorizadas por ella.

Haga usted lo que hiciere, no permita que las dificultades, esas nubes, lleven derrota a su vida. Permita que Dios sea el que disponga de las nubes; pero su responsabilidad, su arte, es confiar en Él.

Extracto del libro: En busca de la bendición de Editorial Peniel
Kathryn Kuhlman