Una princesa con corazón de guerrera

Toda mujer fue niña una vez. Y toda niña guarda en sus corazón sus más preciosos sueños. Sin embargo hemos perdido el corazón de mujer...

Convierte en leyenda...

No se trata de los zapatos. Se trata de saber hacia donde te diriges. Sin olvidar donde empezaste. Se trata de tener el coraje para fallar. No quebrarse cuando estas derrotado. Tomando todo lo que se te ha dado. Y hacer algo mejor..

Day of Days...

Nos lo han dicho. Miles de veces. "Fueron escogidos para ello". Una nueva unidad. Un nuevo escuadrón. Una misión única: Ser los primeros en tocar tierra. Antes que cualquier soldado haga su desembarco en el Día D. Usted. Yo. Hemos sido seleccionados para abrir brecha en las líneas enemigas...

Sin miedo a nada...

Miedo. El mayor enemigo de nuestros sueños. Temor al fracaso. A arriesgar de nuevo y salir lastimados. Interrogantes que flotan día a día en nuestras cabezas. La diferencia entre lograr algo y quedarse con las ganas...

Hambre de Gloria...

De verdad deseas morir de esta manera?. Lo sabes, esta esperando por ti. Piénsalo bien amigo. ¿Te importa tanto? ¿Realmente lo quieres?. Esa corona puedes conseguirla de otra manera. Porque arriesgarte. Lo sabes bien. Van a quebrar tus huesos y moler tu cuerpo...

14 junio 2011

Dosis diaria - Enamorados de Jesús

Pasaje clave: Juan 4:23-24, 13:35.

El Propósito de la Adoración.

Fuimos creados, llamados y salvados para vivir con el propósito de dar testimonio de nuestra fe, de mantener una sana comunión con nuestros hermanos y de ser discípulos a la imagen de Jesús.

Pero aún hay más. Dios nos creo para que le adoremos,  para que nuestras vidas sean expresiones diarias de amor a Él.

Adoración como Expresión de Amor.

El propósito Nº 1 de nuestras vidas es tener intimidad con Dios, una relación personal con Él. De esto se trata la “adoración”. Adorar es expresarle nuestro amor al Rey de reyes.

Lo llamativo de esto es que Dios busca adoradores, no porque Él lo necesite sino porque lo necesitamos nosotros. Cuando no adoramos a Dios, adoramos cualquier otra cosa que no es Dios. Nos convertimos en aquello que adoramos.

Pero además, la adoración como expresión de amor, rompe con nuestros egoísmos, con nuestra ingratitud y nos impulsa a dar, a entregar, a derramarnos delante de la presencia de Dios. A salir de nuestro pequeño mundo de preocupaciones y ansiedades para enfocarnos en la grandeza de nuestro Padre celestial, en su poder y su gloria.

Necesitamos la adoración. Necesitamos declararle nuestro amor al Señor y enamorarnos del él.

Hay diferentes maneras de practicar la adoración. Puedes leerlas en los siguientes pasajes bíblicos: Efesios 5:19. “Hablando entre ustedes con salmos, con himnos y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en sus corazones”.

Romanos 12:1. “Presenten sus cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es su culto racional”.

Salmos 95:6. “Adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor”.

Salmos 150:3-5. “Alabadle a son de bocina; Alabadle con salterio y arpa. Alabadle con pandero y danza; Alabadle con cuerdas y flautas. Alabadle con címbalos resonantes; Alabadle con címbalos de júbilo”.

Juan 17:17. “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”.

1º Corintios 16:1-2. “En cuanto a la ofrenda para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros ponga aparte algo, según haya prosperado, guardándolo…”.

Romanos 6:3-4. “¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?  Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva”.

Habacuc 2:20. “Mas Jehová está en su santo templo; calle delante de él toda la tierra”.

2º Samuel 6:14. “Y David danzaba con toda su fuerza delante de Jehová…”.


Piénsalo.

¿Le expresas tu amor a Dios?

¿Te enamoras de Él cada día?

¿De qué maneras te resulta más sencillo y natural expresarle tu amor al Señor?

¿Notas que se calman tus ansiedades cuando te enfocas en la grandeza del Rey?

Por Edgardo Tosoni


13 junio 2011

Dosis diaria - ¿Es la Muerte una Liberación?

No hay más Dios que yo; Dios justo y Salvador; ningún otro fuera de mí. Mirad a mí, y sed salvos. Isaías 45:21-22.

Dios… manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan. Hechos 17:30.

–Me enteré de la muerte de su mamá…
–Pues sí; ancianita de casi cien años y hospitalizada desde hace más de tres años. ¡Es una liberación!

Uno se preguntará: ¿Una liberación para quién? ¿Para la familia o para la enferma? Sin duda, era para la enferma. ¿Pero es la muerte una escapatoria para todo el mundo?

Para el creyente la muerte es una salida, pues lo saca para siempre de un mundo de pecado y sufrimiento para introducirlo en la presencia de Jesús. Es una ganancia para el creyente. “Partir y estar con Cristo… es muchísimo mejor” (Filipenses 1:23).

Pero, ¿qué pasa con el incrédulo? De lo relatado en Lucas 16:19-31 sacamos cuatro conclusiones:

1. Después de la muerte se abre un lugar de felicidad para el creyente; para el incrédulo y el indiferente se abre un lugar de desdicha.
2. No se puede pasar de un lugar al otro. Donde el árbol cayere, “allí quedará”(Eclesiastés 11:3).
3. Lejos de Dios, en los tormentos, el alma del incrédulo es consciente de estar privada del amor de Dios eternamente.
4. La Palabra de Dios es un testimonio suficiente para que, durante la vida en la tierra, el hombre acepte la gracia divina.
“Os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas” (Deuteronomio 30:19).

Por Calithos

12 junio 2011

Dosis diaria - Si pudiera cambiar...


Una mujer borracha entró un domingo por la noche en una Iglesia Cristiana Evangélica y después de escuchar la predicación del amor de Dios, entregó su vida a Jesús. El pastor de esa Iglesia fue a visitar a su esposo al día siguiente y vio que era un mecánico muy inteligente, pero rechazaba todo lo relacionado a Jesús, Iglesia o religión. Tenía ideas ateas. Este hombre estaba muy enojado por la decisión que había tomado su esposa y dijo que no tenía dudas de que ella en poco tiempo volvería a ser la mujer borracha de siempre.

Seis meses después, este mismo hombre fue a ver al pastor con grandes interrogantes en cuanto a su propia vida espiritual. Dijo: “He leído muchos libros sobre las evidencias del cristianismo y he podido refutar todos sus argumentos, pero en los últimos seis meses he tenido un libro abierto en mi hogar, en la persona de mi esposa, que no puedo refutar. He llegado a la conclusión que me equivoqué, y que debe haber un poder especial en Jesús que puede tomar una mujer borracha y convertirla en una santa, amable, paciente, amorosa como es ahora mí esposa.

Por otra parte, un joven abandonó su casa cansado de los retos y correcciones de su madre. Al despedirse la madre le dejó su último consejo: -“Hijo, cuando llegues a la hora más oscura de tu vida y todo te parezca perdido, si oras al Dios de tu madre, Él te ayudará”.  Este joven siguió su camino hundiéndose cada día más en problemas y situaciones peligrosas, hasta cierto día en que hastiado de todo, se dijo: -“Agarro una pistola y pongo fin a esta farsa que se llama vida”.

En esos momentos recordó las palabras de su madre y cayendo de rodillas junto a su cama, dijo: “Oh, Dios de mi madre, sí, si hay tal Dios, quiero cambiar y si Tú me ayudas, te seguiré”. La transformación que se operó en ese joven después de esa oración es una de las más admirables ya que con el tiempo se transformó en un gran predicador del amor de Dios.

Rockefeller podía poner su firma en un papel y darle el valor de un millón de dólares. Esto se llama “capital”.
Picasso podía tomar un trozo de tela de cinco dólares, pintar un cuadro encima y darle el valor de cincuenta mil dólares. Esto se llama “arte”.

Borges podía tomar una hoja de papel, escribir sobre ella y darle el valor de seis mil dólares. Esto se llama “genio”.

Dios puede tomar tu vida que está destruida, angustiada, herida, sin valor y transformarla en una vida plena, abundante, feliz, una vida que valga la pena ser vivida. Esto se llama “salvación”.

¡No hay tiempo para perder!

Los años se van; ya intentaste ser feliz y nada te ha dado pleno resultado. ¡Es la hora de probar con Dios! 

¡Es el único poder para cambiar vidas!

Búscalo con todo tu corazón y transita el único camino que te lleva a Él: Jesús. Es la decisión más importante que puedes tomar en tu vida.

11 junio 2011

Dosis diaria - No seas fariseo...

ACUSA A OTRO. ÉL. TAMBIÉN HACE LO MISMO.” (Romanos 2:1 Biblia en lenguaje actual)

Una mujer miraba por la ventana a diario y criticaba la ropa sucia tendida en las cuerdas de su vecina. Un día se dio cuenta de que la ropa estaba reluciente: ‘A lo mejor está usando un nuevo detergente’, comentó. ‘No es eso’, dijo el marido, ‘hoy me levanté pronto y limpié nuestros cristales.’

¡Ay! Cuando Pablo habla de “.codicia y malignidad. envidia, crímenes, discordias, engaños. [Chismes].” (Romanos 1:29), solemos pensar que no se refiere a nosotros. Pero luego añade “.tú, que juzgas, haces lo mismo”(Romanos 2:1).

Probablemente nunca hayas hecho un desfalco, pero ¿has dado mal el cambio a alguien? ¿O engañado en tu declaración de impuestos? ¿Cómo te comportas cuando estás en medio del tráfico, o cuando oyes algún chisme?

Phil Yancey dice: “El adulterio y el asesinato sólo se diferencian del odio y de la lujuria en el grado de criminalidad.

Pablo reserva su crítica más dura a los que se creen justos. Él, fariseo de fariseos, conocía bien el patrón. El peligro que conlleva sentirse moralmente superior. Negarte a reconocer un problema físico, como un bulto o una lesión, hace que no vayas al médico; de la misma forma, cuando no reconoces el pecado, las consecuencias son peores. Acepté predicar a un grupo de cristianos involucrados en el programa de 12 Pasos (que ayuda con adicciones). Mientras meditaba acerca de lo que podría compartir. Se me ocurrió que esas cosas que los alcohólicos en recuperación confiesan a diario: el fracaso personal y la necesidad de ayuda. Representan fuertes obstáculos para todos nosotros que estamos orgullosos de nuestra independencia y autosuficiencia.

Romanos 3:10 dice: “.No hay justo, ni aun uno.” Y la gracia de Dios es la única solución. Ésta nos llega gratuita, separada de la ley y de los esfuerzos humanos por mejorar por nosotros mismos. sólo tenemos que extender nuestras manos necesitadas -el gesto más difícil de la persona que se cree justa.

Por Calithos

10 junio 2011

Dosis diaria - Nada que temer...

Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre. Hebreos 13:5-6
Hoy día la imagen que uno tiene de sí mismo es uno de los problemas mayores en el Cuerpo de Cristo. Nos impide hacer las cosas que Dios quiere que hagamos. En lugar de obedecer a Dios, nos preguntamos: “¿Qué pensará la gente de mí si hago eso? ¿Qué pasará si le ordeno a esa persona que se levante de la silla de ruedas y no lo hace? ¿Qué pasará si comienzo a creer en la prosperidad y no tengo dinero? ¿Qué crees Dios mío? ¿Cómo me mirará la gente?”
Si alguna vez ha tenido esa experiencia, déjeme decirle algo: no importa la imagen que tenga de sí mismo, lo que importa es obedecer a Dios. Cuando se trata de obedecer a Dios, la imagen que tenga de sí mismo no cuenta, y cuanto más pronto la olvide, mejor será para usted.
Pero sabe lo que es irónico? Una vez que usted haga eso, su reputación mejorará. Es curioso, pero cuando usted deja de preocuparse por su propia imagen, esta mejorará. ¿Por qué? Porque entonces cuando los demás lo miren, en lugar de ver esa imagen insignificante que tiene de sí mismo, van a ver la imagen del Señor Jesús reflejada en usted.
Por lo tanto, despójese de esa imagen tergiversada que tiene de sí mismo y empiece a cultivar la imagen de Cristo en usted. No se deje controlar por el temor a lo que los demás vayan a pensar de usted, sino por la fe en lo que Cristo pueda hacer.
Después de todo, Él ha prometido que nunca lo dejará ni lo abandonará; eche mano de eso; créalo; hágalo. Una vez que lo haga, descubrirá que no hay nada que temer.

09 junio 2011

Retiro Nacional de Jóvenes: Pegao a ti, 2011.



Retiro Nacional de Jovenes: Pegao a ti
10 al 11 de Junio. Moravia, San José, Costa Rica.
Inversión. 20 mil colones.
Para más información: 8831 4570
No te lo pierdas.

El que afirma que permanece en Él, 
debe vivir como Él vivió (1 San Juan 2:6, NVI)

08 junio 2011

Dosis diaria - ¡En Guardia!



“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”? - 1 Pedro 5:8

En nuestra vida cotidiana estamos constantemente luchando. En el día a día enfrentamos una gran cantidad de situaciones las cuales tenemos que batallar y tenemos que luchar.

Tiempo atrás, estando en Alaska (EE.UU.), una familia me invitó a su casa. Mientras estábamos camino hacia allí, los anfitriones me contaron la historia de una feroz batalla que se había librado en el patio de su casa. La familia, como la mayoría de las personas que viven en Alaska, reside en el medio de la montaña, distanciada de otras casas por 400 o 500 metros en medio de bosques. Allí en esa zona hay muchos osos y también muchos alces. Resulta que en el patio de su casa – y ellos vieron el hecho desde la ventana – estaba un alce con sus dos cachorros. Los alces naturalmente no son agresivos, salvo que usted se interponga entre los cachorros y su madre.

De repente aparece un oso que estaba desesperado y hambriento, y uno de los cachorros va para un lado y el otro corriendo, mientras que la mamá quedó en el medio de los cachorros. Entonces el oso logró agarra a uno de los cachorros. En ese instante, de inmediato, la mamá alce, por instinto de defender lo que es suyo, va a atacar al oso. Por lo general estas historias terminan mal para los alces porque no sólo el oso se lleva al cachorro sino que también mata a la mamá alce; pero en esta oportunidad era tal la ferocidad y desesperación de la mamá alce, que aunque estaba mal herida por el oso luchó por el cachorro. Tristemente el oso logró llevarse a uno de sus cachorros, pero no logró matar a la mamá alce, quien se llevó al otro cachorro que quedaba vivo.

Esta mamá alce, en su instinto, en su desesperación, defendió lo que era suyo. No siempre se gana, pero lo que había allí era una actitud, era algo que era suyo, era propio. Había sido creado en su interior y allí estaba defendiendo con ferocidad lo que era suyo.

Es muy importante defender el testimonio, defender lo que es suyo, los principios que usted conoce de la Palabra de Dios. Nadie lo empuja a caer en las tentaciones ni transar sus valores. Saque la “espada”, plántese en el territorio de sus principios y defiéndalos. Defienda su manera de hablar, no critique, no murmure, no sea vulgar cuando habla porque la Biblia, entre otras cosas, nos enseña que nuestras palabras tienen que ser para agradar, para edificar, para bendecir, para consolar, para sanar.

¡Es tiempo de estar en guardia y defender con firmeza aquellas cosas que tienen valor para su vida!

Por Rubén Kassabián

07 junio 2011

Dosis diaria - La túnica de José…

“El faraón lo hizo vestir de ropas de lino fino.”(Génesis 41:42)

Para ser usado por Dios, debes de vestirte con las dos únicas que llevó José: La del favor y la de la integridad.

Primero, la túnica del favor. “Israel amaba a José. le hizo una túnica de diversos colores” (Génesis 37:3). Como la túnica multicolor de José, el favor de Dios hará que te destaques en medio de la multitud; te abrirá puertas, te protegerá y te promoverá. La Biblia dice: “Tú, Señor, bendecirás al justo; como con un escudo lo rodearás de tu favor” (Salmo 5:12).

Segundo, la túnica de la integridad. Ésa es la que José dejó en las manos de la esposa de Potifar, cuando se negó a sus proposiciones indecentes y se mantuvo firme en sus convicciones. “.Cuando entró él en casa a hacer su oficio. Ella lo asió por la ropa, diciendo: Duerme conmigo. Pero él, dejando su ropa en las manos de ella, huyó.” (Génesis 39:11-12).

Es muy probable que tus tentaciones sean diferentes a las de José. Tal vez te sientas tentado a cotillear, o a cumplir con tu trabajo sólo por encima, o a mentir para salvar una situación, o a apropiarte de los méritos de algo que no hiciste; sea lo que sea, serás probado. Y se revelará tu carácter en el proceso. Si pasas la prueba de la integridad, estarás cualificado para ser usado por Dios.

El Dr. Joseph Parker, gran predicador inglés contemporáneo de Carlos Spurgeon, dijo: “No nos convienen ministros del evangelio que no hayan sido tentados ni probados, porque hablarán mucho, pero lo que digan sonará bastante hueco.”

Cuando te llegue la hora de ser probado, lo que te hará mantenerte firme y triunfante es conocer la Palabra de Dios, aferrarte a ella y proclamarla. Por eso escribió el salmista: “En mi corazón he guardado tus dichos, para no pecar contra ti” (Salmo 119:11).

05 junio 2011

Dosis diaria - Nacido para ser diferente...



Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta.- Números 23:19

Mientras que la persona más pobre en el mundo es la persona que no tiene sueño o visión alguna, la persona más frustrada en el mundo es alguien que tiene un sueño o una visión, pero que no sabe cómo hacer para que esto se cumpla.

Esta es la persona cuyo sueño o visón se ha convertido en una pesadilla de expectativas no realizadas. Cuando la gente siente que sólo anda vagando a través de la vida y que está desperdiciando su potencial, su desaliento puede derramarse hacia otras áreas de su vida, incluyendo sus relaciones, lo cual causa dolores adicionales. Esta gente ha llegado al final de sus vidas, completamente secos, en lugar de estar completamente realizados, debido a que no existe relación alguna entre sus trabajos y sus visiones; no existe relación alguna entre sus circunstancias actuales y sus sueños o visiones.

Es deprimente y frustrante el hecho de tener una idea durante años que aun no has podido ver realizada. ¿Acaso te encuentras preocupado y desgastado por tener expectativas muy altas que nunca llegan a realizarse?

Tal vez en este momento, tú tienes tantos sueños o visiones que no se han realizado, que has llegado al punto en que duele mucho el tratar de soñar en algo más. Tal vez tú comenzaste a ir en busca de tu visión, pero te desviaste o algo malo sucedió, y tú lo abandonaste, no había suficiente dinero, demandaba mucho tiempo de ti, había gente en contra tuya debido a esto, tu trabajo regular fue muy demandante, o tu propia familia dijo que esto nunca iba a llegar a ser posible.

Debido a que el hecho de continuar con tu sueño o visión fue tan difícil, tú te retiraste, diciendo, “¡Olvídalo! Ya no voy a tratar de ser aquello que realmente quiero ser. Sólo voy a obtener un trabajo ‘normal’ con un sueldo seguro y a conformarme. Voy a vivir como una persona normal, con amigos normales, y en una casa normal, recibiendo un sueldo normal, y voy a ser sepultado en una tumba normal”.

Nacido Para Ser Diferente.
Tú nunca vas a estar satisfecho viviendo de esta manera, debido a que tú no fuiste creado para ser “normal”. Tú fuiste diseñado por Dios no para mezclarte con todos, sino para destacar en medio de todos. Piensa en los miles de variedades de flores que existen en el mundo. Todas ellas son flores, pero cada una es única en su especie.

Piensa en un bosque. A primera vista parece que todos los árboles de mezclan y se confunden unos con otros. Cuando tú te acercas, sin embargo, tú ves que la forma de cada árbol es única. Cada árbol tiene hojas con diseños diferentes. ¿Por qué? La singularidad es parte de la creación de Dios.

El diseño individual es algo tan verdadero de la humanidad como lo es su naturaleza. Dios no quiere que ninguna persona se pierda en medio de los demás. Existen más de seis billones de gentes en el planeta y ninguno de ellos tiene las huellas digitales que tú tienes.

Nos podemos complacer con esta verdad asombrosa, pero es algo que tenemos que recordarnos continuamente, debido que es muy fácil sentirse perdido en medio de la multitud. Algunas gentes pueden considerar que tú eres “sólo otra persona más”, pero ellos están equivocados. Nunca le permitas a nadie que te haga pensar de ti mismo como que eres alguien ordinario. Si alguien te hace sentir menos de lo que eres, sólo tienes que ver en el espejo y decir: “Tú eres alguien completamente original”. Tú eres una persona única, irremplazable, original. No existe nadie en la tierra como tú. Dios te hizo de esta manera porque El quería que tú fueras perpetuamente raro.

En la materia de economía, el valor de algo es determinado por la rareza que lo caracteriza. Por ejemplo, las verdaderas perlas son muy costosas, debido a que se encuentran sólo en un pequeño número de moluscos y, además, cuesta trabajo buscarlos. Cuando tú compras un verdadero diamante, es muy caro debido a que en todo el mundo no existen dos diamantes que sean iguales.

El oro es muy costoso debido a que es muy difícil encontrarlo. Lo mismo sucede con el petróleo; normalmente, no sólo salta en el patio de tu casa. Generalmente, tú tienes que escarbar muy profundo para poder encontrarlo. Igual es con tus talentos, debes trabajar duro, para poder ver los frutos.

Extracto del libro “Los Principios y el Poder de la Visión”
Por Myles Munroe

04 junio 2011

Dosis diaria - El infierno no puede apagar la luz

En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. – Juan 1:4-5

Cuando las cosas a su alrededor se oscurezcan y sienta que el diablo está a punto de vencerle, recuerde que usted tiene la Luz del mundo, y por más que las fuerzas del infier¬no traten de apagarla, no podrán hacerlo.
Aunque esté en su punto más débil, aunque sienta que la luz en su interior es pequeña, las tinieblas del diablo no podrán contra usted.

Permítame mostrarle lo que quiero decir. Imagínese por un momento que usted está en un gran auditorio que no tiene ventanas ni puertas para dejar que la luz entre. El lugar es tan oscuro que no puede ver nada, ni siquiera su mano frente a su cara. A su alrededor no hay nada excepto completa oscuridad.

Ahora, imagínese una pequeña luciérnaga volando alrededor de ese auditorio. Todos fijan sus ojos en ella. Por más pequeña que sea la luz, en comparación con la gran oscuridad que le rodea, usted podrá verla. Esa densa oscuridad no podrá hacer nada para apagar ese insecto. Dondequiera que este vuele, la oscuridad tendrá que ceder; siempre será disipada por la luz del insecto.

Cuando las circunstancias a su alrededor comiencen a oscurecerse y usted se siente tentado a desesperarse, acuérdese de esa luciérnaga. Medite en el hecho de que Jesucristo, la Luz del mundo, está en usted. Cuando esa verdad se apodere de usted, jamás volverá a permitir que la oscuridad lo arrincone, más bien empezará a perseguirla y a disiparla con su luz.

Escritura Devocional para Leer: Efesios 5:8-16

Kenneth Copeland

03 junio 2011

Dosis diaria - ¿Hijos o sirvientes?

Pasaje clave: Juan 8:31-36.

Habiendo sido criado en las Bahamas, en el Caribe, sobre la Tierra que era anteriormente una colonia del Reino Unido de Gran Bretaña, entiendo las implicancias de la palabra sirviente y la distinción clara que existe entre un sirviente y un hijo. Bajo el sistema colonial y como producto de los esclavos anteriores, la segregación, la discriminación y el prejuicio tuvieron influencias perjudiciales sobre mi vida. Los obstáculos eran evidentes y se manifestaban en maneras graficas que claramente nos ponían en una posición de desventaja cuando se trataba de beneficios y privilegios en el reino. Como siervos de la corona, a nosotros no se nos permitía acceder a las mismas oportunidades en educación, trabajo, recreación, prosperidad económica y estatus en la sociedad. Esta falta de equidad contrastaba con el estilo de vida aparentemente afortunado de los hijos de los amos del reino. Un sirviente no es definitivamente lo mismo que un hijo.

Una mirada más profunda al plan original de Dios nos revelará cuán grande es la brecha que divide la religión de la relación. Dios originalmente planeó extender su Reino celestial a la Tierra a través de la humanidad.
En este plan, el propósito de Dios era establecer una familia de hijos, no una casa de sirvientes. Tal como Las Escrituras nos muestran que los varones son la Novia de Cristo, así también las mujeres son los hijos de Dios. En Cristo todos somos herederos (Romanos 8:14). En Juan 8:31-36, Jesús hace una distinción clara entre siervos e hijos.

Jesús dijo que los hijos eran miembros de la familia, pero los esclavos no lo eran. Desde el comienzo, Dios quería descendientes que se relacionaran con Él mediante el amor, no esclavos o “manos pagadas” que le obedecieran por obligación. Los sirvientes se relacionan con sus amos en un nivel superficial, pero no existe sentido de intimidad o de familia, son hijos, por otra parte, son parte de la familia; son herederos que heredarán todo lo que le pertenece a su padre.

Hijos, No Súbditos

El propósito de Dios era establecer un Reino de hijos, no de súbditos. Este es un concepto difícil de entender para nosotros al principio, porque desde la perspectiva humana, la existencia de un rey automáticamente implica la existencia de súbditos. Los súbditos son gente que está “sujeta” a las reglas del rey y nunca son considerados de la misma clase o estatus que la realeza.

Sin embargo, este no es el plan de Dios para nosotros. Dios es ciertamente un Rey pero no desea súbditos. Desea hijos. No quiere gobernar sobre nosotros, sino tener una familia que comparta con Él su gobierno.
El Reino de Dios es diferente de los reinos terrenales en que no tiene súbditos. No hay campesinos en el Reino de Dios, tan solo hijos. En el Reino de Dios, no somos súbditos sino miembros de la familia real. Jesucristo, el Unigénito de Dios, al cual Apocalipsis 19:16 se refiere como “Rey de reyes y Señor de señores”, es nuestro Hermano mayor. Cada uno en el Reino de Dios es un príncipe o una princesa. No hay campesinos o clase media, no hay orden de sirvientes. En el Reino de Dios, todos estamos relacionados con el Rey.

Extracto del libro “Redescubriendo el Reino”
Por Myles Munroe

02 junio 2011

Dosis diaria - ¿Demasiada oscuridad?

“Después de bajarlo, lo envolvió en una sábana de lino y lo puso en un sepulcro cavado en la roca, en el que todavía no se había sepultado a nadie.” Lucas 23:53

José de Arimatea era un fariseo de ley. Formaba parte del selecto grupo de hombres que decidían el futuro religioso de la nación. Eran hombres que se dedicaban a cumplir con los reglamentos de la Ley de Moisés y se esforzaban por demostrar que la cumplían. Jamás quebraban una reglamentación deliberada y públicamente. Además ser parte del Sanedrín, le daba prestigio y poder. Fue ese mismo Sanedrín el que condenó a muerte a Jesucristo una noche antes. Demasiada oscuridad.

Al caer la tarde del viernes, los soldados quebraron las piernas de los dos reos que estaban crucificados y aún con vida. Al no poder sostener el peso de sus cuerpos sobre los clavos de los pies, murieron asfixiados. Pero el que estaba en el medio de las cruces ya estaba muerto. Ese que llamaban el rey de los judíos había aguantado menos.

Fue justamente a ese a quien el famoso fariseo fue a bajar de la cruz. Un hombre elegante y con ropa fina tomó las sucias y pesadas herramientas para sacar los gruesos clavos del madero. Nadie hacía ese trabajo, excepto los romanos. Así que el hecho llamó mucho la atención. Pero a él no le importaba. Todavía tenía en su mente su silencio culposo la noche en que el Sanedrín condenó a Jesucristo, y viendo el resultado de su no acción, se empeñaba más en trabajar con delicadeza.

Cuando sacó el cuerpo, comenzó a limpiarlo y lo envolvió en una costosa sábana limpia de lino. Llevó el cuerpo hasta su sepulcro personal y enterró a Cristo con los rituales de la época. No le importó el qué dirán, ni tocar un muerto aunque para un fariseo era algo prohibido porque era contaminante. No le importó estar trabajando rodeado de gentiles, ni mancharse con la sangre del Mesías. Solo quería honrar a Jesucristo. Ya la oscuridad era total cuando terminó su tarea. Tan profunda como su tristeza al enterrar con sus propias manos a Dios. Había llegado tarde su decisión de actuar.

Lo mismo pasa con nuestras vidas. Muchas veces esperamos hasta el ultimo segundo de nuestra vida para decir las cosas que sentimos, o hacer aquellas que siempre hemos soñado. ¿Para que esperar tanto? La vida es como pequeña llama encendida en medio de la tormenta, en cualquier momento puede apagarse para siempre. Que no te suceda como José de Arimatea.

Dany

01 junio 2011

Dosis diaria - Te daré mi túnica...

La Promesa de Dios en la Vestidura de Jesús

Poco dice la Escritura acerca de la vestimenta de Jesús. No se nos dice nada acerca de la ropa de Jesús: ni tan humilde como para tocar los corazones, ni tan elegante como para hacer que la gente se volviera a verlo.


Digna de notar es una referencia que hace uno de los evangelios. Dice: «Dividieron su ropa entre ellos cuatro. También tomaron su túnica, que no tenía costuras sino que era de una sola pieza, desde arriba. Y dijeron: “No la partamos, sino echemos suertes para ver quién se queda con ella”» (Juan 19.23–24).

Debe de haber sido la más fina posesión de Jesús. Según la tradición judía, la madre tejía una túnica como un regalo a su hijo cuando este abandonaba el hogar. ¿Haría María esta túnica para Jesús? No lo sabemos. Pero sabemos que la túnica no tenía costuras sino que era un solo tejido, de arriba abajo. ¿Tiene esto alguna importancia?

A menudo la Escritura describe nuestra conducta como la ropa que usamos. Pedro nos dice que debemos «vestirnos con humildad» (1 Pedro 5.5). David habla de las personas malas que se visten «con maldición» (Salmos 109.18). La ropa puede simbolizar el carácter y,como su ropa, el carácter de Jesús fue sin costura. Coordinado. Unificado. Él era como su túnica: perfección ininterrumpida.

«Tejida… desde arriba». Jesús no se dejó guiar por su propia mente, sino que fue dirigido por la mente de su Padre. Escucha sus palabras: «El Hijo no puede hacer nada por sí mismo, sino solo lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre haga, el Hijo lo hace también» (Juan 5.19).

«Yo no puedo hacer nada por mí mismo. Así como oigo, juzgo» (Juan 5.30).

El carácter de Jesús fue una tela sin costuras tejida desde el cielo a la tierra… desde los pensamientos de Dios a las acciones de Jesús. Desde las lágrimas de Dios a la compasión de Jesús. Desde la Palabra de Dios a la reacción de Jesús. Todo una sola pieza. Todo un cuadro del carácter de Jesús.

Pero cuando Jesús fue clavado en la cruz, él se quitó su túnica de perfección sin costura y se cubrió de una túnica diferente: la túnica de la indignidad.La indignidad de la desnudez. Desnudo ante su propia madre y sus seres amados. Avergonzado ante su familia. La indignidad del fracaso. Por unas pocas horas llenas de dolor, los líderes religiosos fueron los victoriosos, y Cristo apareció como el perdedor. Avergonzado ante sus acusadores. Y lo peor, estaba vestido de la indignidad del pecado (1º Pedro 2.24).

¿El vestido de Cristo en la cruz? Pecado: el tuyo y el mío. Los pecados de toda la humanidad.

Cada aspecto de la crucifixión tenía el propósito no solo de hacer sufrir a la víctima, sino avergonzarla. Por lo general, la muerte de cruz estaba reservada para los delincuentes más viles: esclavos, asesinos y así por el estilo. A la persona condenada se la hacía caminar por las calles de la ciudad, cargando el travesaño de la cruz y llevando colgada del cuello una placa donde se indicaba su delito. En el lugar de la crucifixión lo desnudaban y se mofaban de él.

Jesús no solo fue avergonzado ante su pueblo, sino que fue avergonzado también ante el cielo.
Ya que cargó con nuestro pecado de homicidio y adulterio, sintió la vergüenza del homicida y del adúltero. Aunque nunca mintió, cargó con la vergüenza del mentiroso. Aunque nunca engañó, sintió la vergüenza de un engañador. Como llevó el pecado del mundo, sintió la vergüenza colectiva del mundo.

No es extraño que el escritor hebreo haya hablado de «la desgracia que él soportó» (Hebreos 13.13).
Mientras estuvo en la cruz, Jesús sintió la indignidad y la vergüenza de un criminal. No, no era culpable. No, él no había cometido pecado. Y, no, no merecía ser sentenciado. Pero tú y yo sí lo merecíamos. Y estuvimos en pecado y fuimos culpables.

Jesús ofrece una túnica pura, sin costuras para cubrir mi capa hecha de retazos de orgullo, avaricia y vanidad. «Él cambia lugar con nosotros» (Gálatas 3.13). Él se vistió de nuestro pecado para que nosotros pudiéramos vestirnos de su justicia.

Aunque llegamos a la cruz vestidos en pecado, nos vamos de la cruz vestidos con la «coraza de su amor formidable» (Isaías 59.17) y ceñidos con un «cinturón de justicia» (Isaías 11.5) y vestidos con «vestiduras de salvación» (Isaías 3.27).

Para él no fue suficiente prepararte una fiesta.
Para él no fue suficiente reservarte un asiento.
Para él no fue suficiente correr con los gastos y proveer el transporte para el banquete.
Hizo algo más. Te dejó usar su propia ropa de manera que pudieras estar vestido adecuadamente.
Y lo hizo, precisamente, por ti.

Extracto del Libro “El Escogió los Clavos”
Por Max Lucado

Editorial: En los últimos días tuvimos problemas con la red, que nuestro proveedor intentó por todos los medios resolver, agradecemos sus correos y preguntas sobre el funcionamiento de la página. Volvemos con todo a partir de hoy. Un enorme abrazo!

26 mayo 2011

Dosis diaria - Sigue tu sueño...

Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? - Éxodo 3:11,12

¿Alguna vez ha tenido un sueño inspirado por el Espíritu Santo, un sueño de hacer algo realmente grande para Jesús? ¿Un sueño, por ejemplo, de ser tan próspero que usted pueda financiar un avivamiento en toda la nación? ¿Un sueño de llevar miles de personas al Señor?

Quizá lo haya tenido alguna vez, pero quizás no se atrevió a llevarlo a cabo. Tal vez pensó: “Yo no puedo hacer eso. Satanás me ha mantenido derrotado por tanto tiempo que tengo una pobre imagen de mí mismo”.
Si es así, tengo buenas noticias para usted. Si confía en Dios, aunque tenga una pobre imagen de sí mismo, no le va a apartar del éxito. Mire en el libro de Éxodo y verá a un hombre que demostró eso. Su nombre era Moisés.

Moisés no tenía una buena imagen de sí mismo; había cometido un error muy grave al inicio de su carrera. Fue un error que le llevó al desierto, en el que estuvo 40 años pastoreando las ovejas de otra persona. Moisés había soñado una vez con ser libertador del pueblo de Dios, pero ya no. En su opinión, él era un derrotado, un fracasado, un fiasco.

Pero Dios no pensaba así. De hecho, cuando Dios se apareció a Moisés en el desierto, Él no le pidió a este que le mostrara las credenciales; no le mencionó nada de su pasado turbio. Solo le dijo que fuera a ver a faraón y le dijera que dejara ir al pueblo de Dios.

Pero Moisés seguía lidiando con la pobre imagen que tenía de sí mismo. “¿Quién soy yo para que vaya a faraón?”, balbuceó él. ¿Sabe la respuesta que Dios le dio? Le dijo: “Ve, yo estaré contigo”. Lo que Moisés fuera no era importante. Lo que importaba era que el Dios viviente estaba con él.

Lo mismo es cierto acerca de su vida. Usted no necesita tener una lista de éxitos para responder al llamado de Dios. No necesita una cadena de credenciales espirituales. Todo lo que necesita es la presencia del Señor. Piense en eso cuando el diablo le diga que usted es un fracasado y que nunca podrá hacer lo que Dios le ha puesto en su corazón. Póngalo en su lugar. Dígale que no es importante quién sea usted, porque el Dios viviente está con usted. Luego atrévase a seguir su sueño.

Por Carlithos

25 mayo 2011

Dosis diaria - La Parábola de los Talentos...

Pasaje clave: Mateo 25:14-30.

Aunque en el Antiguo Testamento el talento era una unidad de medida de peso utilizado entre los judíos, griegos y babilonios, la pala­bra “talento” se utiliza con frecuencia figuradamente. Así que los talentos se deben entender principalmente como dones sobre­naturales conferidos por el Espíritu Santo. De allí la doble intención al explicar Jesús este mensaje a su pueblo, ya que aunque era verdaderamente una moneda también repre­senta un don.

Según cuenta el relato, el amo dividió el dinero entre sus siervos de acuerdo a sus capacidades. Aunque los siervos fieles supie­ron qué hacer con lo que les había sido dado, había uno que no quiso abandonar sus ocu­paciones para servir a su amo. Este hombre solamente pensaba en sí mismo. Quería evi­tar riesgos para protegerse, aún al perder lo poco que tenía.

¿Puede identificarse entre alguno de estos siervos?

El Señor vendrá a arreglar cuentas con cada uno de nosotros para saber qué hemos hecho con el capital de inversión que él ha depositado en nosotros. Todos los siervos tenían capacidades para recibir los talentos que su amo les entregó. Asimismo Dios nos ha dado talentos y habilidades a todos, y ten­dremos que responder por ellos.

“Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere” (1º Corintios 12:11).

” Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios” (1º Pedro 4:10).

En el mundo que vivimos no es nada senci­llo acrecentar un capital inicial. Aquellos que han hecho fortuna con poco dinero, hoy son autores de libros de gran venta. En cada uno de ellos nos enseñan las estrategias de crecimiento y desarrollo de sus empresas. Pero el Señor en Su Palabra nos dio las técnicas espirituales para desarrollar los dones que ha sembrado en nues­tra vida a su máximo potencial.

A través de la Biblia observamos ocasiones en las que Dios usa burros. En lo personal estoy muy agradecido a Él que sabe usar burros. No sé cuál es su capacidad o dónde usted define la línea de burro, burro excelente, burro inferior, burro superior; pero sí sé que un hombre que tiene un espíritu de gra­titud dice: “Señor, gracias por el talento que me diste”. Seguramente esa persona intentará sacarle el máximo provecho al talento que le fue entregado.

Algunos viven lamentándose: “Señor ¿por qué le diste el talento a él, y yo no lo tengo? Señor, ¿cómo es que haces acep­ción de personas? ¿Será que cuando llegué a la fila de los talentos ya se habían acabado?”.

A todos nos han sido dado talentos. Si usted tiene un talento, puede convertirlo en dos. Ahora, esto es lo increíble. Usted lo con­vierte en dos. Muchos están esperando que el Señor le multiplique el talento. Pero en ver­dad es Dios quien está esperando que usted, sirvo fiel, lo multiplique.

Tal vez usted cree que no cuenta con la capacidad suficiente como para trabajar el talento que Dios le ha confiado. Pero permítame contarle la historia de una niña de 10 años que me enseñó una “Lección para el corazón”.

Sara nació sin el músculo de uno de sus pies, por esa razón usaba todo el tiempo un aparato para movilizarse. Un hermoso día de primavera llegó de la escuela y le dijo a su madre que había participado en las carreras deportivas de competencia escolar. Debido al soporte que sostenía su pierna, su madre comenzó a pensar rápidamente en algo que decirle para darle valor y animar a Sara. ¿Qué cosas podría decir su madre que no la desani­maran? Pero antes que pudiera pronunciar palabra, la niña dijo: “¡Mami, gane dos de las carreras! ¡No podía creerlo!”. Y agregó: “Pero tuve ventaja”. “¡Ah!, —pensó la mamá— lo sabía. Debieron de haberla dejado salir pri­mero que los demás”. Pero una vez más, antes que pudiera responder, la niña agregó: “Mami, no me dejaron salir primero que los demás. Mi ventaja fue tener que tratar más fuerte que los demás”.

¡Qué tremenda historia! Pero qué bueno es saber que aún aquellos que creen que no tiene el talento necesario para desa­rrollar, pueden intentarlo con más fuerza y entusiasmo, y le aseguro que lo lograrán.

Extracto del libro “Cómo Desarrollar Mis Talentos”
Por Marcos Witt

24 mayo 2011

Dosis diaria - Fracasar no es equivocarse...


Así dieron otra vuelta a la ciudad el segundo día, y volvieron al campamento; y de esta manera hicieron durante seis días. Josué 6:14.
La mayoría de las personas piensan que equivocarse es fracasar. Déjeme decirle que este tipo de pensamiento es erróneo.

El fracaso consiste en quedarse en la misma situación y no volver a intentarlo. Tomas Edison, el inventor de la lámpara incandescente, intento más de mil veces antes de poder conseguirlo. Tomas Edison, es recordado por sus supuestos fracasos o por intentarlo y lograr el éxito? Y su éxito fue inmediato?

El fracaso no se encuentra en las acciones. El fracaso es un estado mental y espiritual.  Una persona fracasada es aquella que dice: Ya lo hice todo. No hay nada más que hacer. Es imposible. No existe otra manera.

Muchos poseen el virus del fracaso escondido en algún lugar de sus cabezas. Si este es su caso, búsquelo y elimínelo de inmediato. No se deje engañar, el poder de mover el mundo lo tiene usted a través de Jesús.  Tome un nuevo impulso e inténtelo otra vez.

Dios ha puesto en usted un matador de gigantes, está allí dentro, dele lugar a la Palabra para que pueda exteriorizarse. Usted es una persona de pacto como lo fue David, declare la palabra de fe y ponga su voluntad en marcha. Golpee y golpee hasta derribar el problema, sea persistente. Con la Palabra de Dios hay que persistir. Determine se a ganar. Usted es un ganador.

El fracaso es no hacer nada. Si usted le pone fe y acción nunca vera en su vida nada que se parezca al fracaso.

Emprenda el negocio o el estudio que estuvo pensando, porque este es su ano de oportunidades divinas. Y recuerde, en todo lo que persista tendrá éxito.

Oración: Padre entiendo que el fracaso es una forma de pensar conformista. Yo me determino hoy a persistir en las metas que Tu pones en mi camino. Persistiré. Gracias, en el nombre de Jesús. Amen

David Wilkerson

23 mayo 2011

Dosis diaria - Con los Brazos Abiertos


Un descubrimiento de gran alcance ha sido hecho en estos años por los educadores, criminólogos y sociólogos. Ahora dicen que la capacidad de una persona para adaptarse a la vida depende de su sentido de aceptación.

Esto significa que un niño que se siente aceptado entre la gente como normal y digno, crecerá y se hará un ciudadano útil y respetado. En cambio el que se siente rechazado posiblemente llegue a ser criminal, suicida o, por lo menos, su influencia será negativa sobre sus semejantes. Los expertos han recogido una abundancia de ejemplos de la vida real para sostener sus conclusiones.

Pero esta idea en realidad no es nueva, sino es tan vieja como la raza humana. Forma parte de las enseñanzas del libro más viejo de mundo, la Biblia; también es central en el Evangelio de Jesucristo. Dicen las Sagradas Escrituras que la persona que se cree rechazada en cualquier grado terminará traumada, mientras al despertarse en ella un sentido de aceptación, puede transformar su carácter. Y el mensaje bíblico, mucho más que los textos modernos, hace hincapié en este hecho.

En pocas palabras, este es el mensaje que Dios quiere comunicarle al ser humano. El cristianismo, como se conoce hoy, incluye muchas leyes y costumbres agregadas por los hombres, pero la Palabra de Dios pura nos dice cómo lograr la vida abundante, cómo recuperar el equilibrio de la personalidad y concretar así el plan perfecto del Creador.

En realidad, Dios nunca menosprecia ni rechaza a nadie, por más humilde que sea su estado social, o por más vergonzosa que sea su crónica de conducta. La aceptación de Dios no significa aprobación; no depende de lo que uno ha hecho, ni cuánto tiene, ni su clasificación moral, sino de su valor como persona creada por Él.
La solución, cuando uno se siente rechazado, no radica simplemente en esforzarse para ganar aceptación, ni en tratar de parecer importante, ni en disciplinarse para poder respetarse y ser respetado. En lugar de eso, deben abrirse los ojos para ver la aceptación que ya tiene y siempre ha tenido delante de Dios. Si esto suena muy místico, digámoslo en otras palabras. Dios nos hizo a cada uno para un propósito y tenemos más valor de lo que podemos comprender.

Usted no puede ser completo como persona hasta que haga frente a esta realidad y la ponga como base para su vida. Cuando usted reposa en el hecho de que Dios le ama y le acepta completamente, podrá aceptarse a sí mismo, y aceptar a los demás en su justo valor.

Jesús mismo lo afirmó es esta forma: “A los que vienen a mí, no los echaré fuera”. San Pablo, hablando del mismo tema, declaró que ante Dios nadie está aceptado por su prestigio ni su religiosidad, sino que están “aceptados por medio del Amado (Cristo)”. ¿Y usted? ¿Cómo se siente en relación a esta verdad?

Por Rubén Kassabián

22 mayo 2011

Disco Recomendado: RED - End of Silence...

Un grupo que ha irrumpido en los últimos dos años con tonadas de la más alta categoría en la esfera musical. Nominada a un Grammy y ganadora de un Dove Award por su álbum debut End of Silence en el 2006. RED es una banda cristiana de se ha ganado el "derecho de piso" con un nu-metal de categoría mundial que lo ha puesto entre los más destacados grupos y referentes del genero.

Es por eso que hoy te traemos el disco debut de esta banda de Nashville TN, que desborda energía y sentimientos plasmados en los poderosos rifs de las guitarras acompañados de preciosos efectos electrónicos y adornos con otros instrumentos de cuerda. Un disco con letras profundas, muy buenas melodías y excelente calidad.

Para muestra les dejamos desde nuestro canal en Youtube, uno de sus primeros temas de RED. "Al Ready Over". Una canción cuya letra y video tratan sobre la tentación, y las dos opciones que tenemos: ceder ante ella, o superarla (claro está, no con nuestras propias fuerzas). Potencia, buenos efectos y una gran canción.



Dosis diaria - La certeza de lo se espera...

Pasaje clave: Génesis 17: 5,15-16.
Abraham y Sara.
Abraham y Sara no siempre fueron conocidos por esos nombres; hubo un tiempo cuando se llamaron Abram y Sarai. No tenían hijos, y eran ya entrados en años, pero Dios les prometió un hijo propio, que saldría de sus cuerpos. ¡Esto exigía un milagro!
Al parecer Dios les cambió sus nombres porque Abram y Sarai necesitaban renovar la imagen de sí mismos antes de que pudiera ocurrir el milagro. Sus nuevos nombres tenían un significado especial. Cada vez que eran mencionados se profetizaba su futuro: Abraham sería el padre de una multitud, y Sara la madre de muchas naciones.
Yo dudo que la estéril Sarai tuviera de sí misma la imagen de una princesa. Ella necesitaba verse a sí misma de manera diferente, y tener un nombre nuevo era parte importante de esa nueva autoimagen.
Ahora se hablaba correctamente de Abram y Sarai. Se estaban vertiendo a la atmósfera palabras que alcanzaban y tenían efecto en el reino del Espíritu, donde se hallaba su milagro. Esas palabras comenzaron a hacer realidad el milagro prometido por Dios. Ahora las palabras en la tierra coincidían con la Palabra que Dios había hablado en Génesis 15.
 Abraham le Creyó a Dios.
“Y él (Abram) creyó (confió, dependió y permaneció firme) en el Señor, y se le contó por justicia (recta relación con Dios)” (Génesis 15:1-6)
Vemos aquí que cuando Dios le dijo a Abram que tendría un hijo, que saldría de sí mismo, mediante el cual se convertiría en padre de muchas naciones, él le creyó a Dios.
En Romanos 4:18-21 leemos: “Cuando (humanamente para Abraham) se había acabado toda esperanza, tuvo fe que se convertiría en padre de muchas naciones, como se le había prometido; así (de numerosa) será tu descendencia. Su fe no se debilitó cuando consideró la impotencia de su cuerpo, como muerto, pues ya casi tenía 100 años, o (cuando consideró) la esterilidad de la matriz de Sara. Ni la incredulidad o la desconfianza lo hicieron dudar o vacilar (con interrogantes de duda) acerca de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe a medida que le daba gloria a Dios plenamente satisfecho y seguro de que Dios era poderoso y capaz de cumplir Su palabra, y de hacer lo que había prometido”.
Como ocurrió con Abraham, jamás recibiremos un milagro a menos que creamos que Dios puede hacer lo imposible, y que Él lo hará por nosotros.
En el caso de Abraham el milagro no ocurrió inmediatamente. Pasaron muchos años entre el momento cuando Dios le dijo que sería padre de muchas naciones y el nacimiento de su hijo Isaac.
Pienso que es importante resaltar cómo Abraham y Sara no sólo le creyeron a Dios, sino que sus palabras liberaron la fe.
La Biblia dice en Romanos 4:17 que nosotros le servimos a un Dios que habla de cosas no existentes (que Él ha predicho y prometido) como si (ya) existieran. Es la referencia dada en el pasaje ya citado, Génesis 17:5, el cual narra cómo Dios cambió los nombres de Abram y Sarai.
Estar de acuerdo con la Palabra de Dios, Su Palabra escrita o una palabra específica, y expresarlo verbalmente, nos ayuda a fortalecer nuestra fe hasta que la manifestación de esa palabra se hace visible.
En Amós 3:3, leemos: “¿Andarán dos juntos si no estuvieren de acuerdo?”. No podemos caminar con Dios en relación con Su plan para nuestras vidas, a menos que nos dispongamos a estar de acuerdo con Él, en nuestro corazón, y con nuestras palabras.
La elección es nuestra. “Al cielo y a la tierra llamo hoy como testigos contra ustedes, que he puesto delante de ustedes la vida y la muerte, la bendición y la maldición. Escojan, pues, la vida para que vivan ustedes y sus descendientes” (Deuteronomio 30:19).
Yo creo que Dios está buscando hombres y mujeres en quienes pueda plantar las “semillas de Sus sueños”. Pero los sueños de Dios para nuestra vida y las de otros se realizan cuando estamos dispuestos a “concebir”. A coincidir mentalmente con Dios, en otras palabras, a creer lo que Él nos dice.
Creer es el primer paso importante, porque lo que hay en nuestro corazón lo que expresa nuestra boca: Porque de la plenitud (de la superabundancia que rebosa) del corazón, habla la boca (Mateo 12:34).
Nuestra boca expresa lo que hay en nuestras almas. Tal como la hemos definido, la mente es parte del alma. Atraemos hacia nosotros las cosas con las cuales hemos llenado nuestra alma. Si mantenemos nuestra alma y nuestra boca llenas de duda, incredulidad, temor y expresiones negativas, éstas se manifestarán en nuestra vida. De otro lado, si constantemente llenamos nuestra alma y nuestra boca de Dios, Su Palabra y Su plan, eso es lo que tendremos.
¡La elección es nuestra!

Extracto del libro “¡Esta Boca Mía!”
Por Joyce Meyer

20 mayo 2011

Dosis diaria - En medio de la tormenta...

Si algo me ha enseñado la vida es que somos probados por nuestras caídas y fracasos. Con esto no quiero decir que los cristianos que caen en viejos pecados y regresan al mundo están siendo probados. No, más bien hablo sobre aquellos creyentes que enfrentan un naufragio en su fe.

Pedro advirtió: “Cuidado, no sea también vosotros, siendo arrastrados por el error de los malvados, caigáis de vuestra firmeza” (2 Pedro 3:17). Pedro está alertando a los creyentes que están creciendo en santidad y quienes están dispuestos a seguir al Señor.

Algunos de ustedes pudieron haber sufrido una caída a pesar de todo el progreso que habían hecho con el Señor. Si le preguntara qué causó su caída, usted podría responder: “Hermano David, fue un ataque de ira. Fui provocado por mi propia familia y estallé. No lo puedo entender. Pensé que me estaba convirtiendo en una persona un poco más dulce, un poco más como Jesús. Pero alguien apretó el botón equivocado y perdí”. Usted puede decir: “Yo soy humano. ¿Cuánto se supone que debo aguantar?”

No importa que usted haya sido provocado o incluso que usted haya tenido la razón en esa riña. La provocación simplemente demostró que usted necesita liberación. La Escritura dice: “Toda amargura, cólera, ira, gritería [pelea], y maledicencia sea quitada de vosotros, y todo [rencor] maldad” (Efesios 4:31).

Dios va a continuar probándole hasta que usted diga: “Tengo un espíritu en mí que va a lograrlo.” Usted no verá un crecimiento en Cristo y paz en el hogar o en el trabajo, hasta que pueda decir: “Señor, tienes toda la razón, ¡saca de mi lo que tengas que sacar!”

Si usted está siendo probado en esta área o en cualquier otra según su situación, usted puede estar pensando: “Me siento tan indigno. ¿Cuánto terreno he perdido? ¿Todavía me ama El Señor?”

Amado santo, si realmente se ha arrepentido, usted no ha perdido absolutamente ningún terreno. Dios pone sus brazos amorosos a su alrededor y dice: “Yo permití que esto pasara para que veas lo que hay en tu corazón. Pero has avanzado. Has dicho que quieres caminar conmigo, y yo te estoy enseñando. Sé lo que hay dentro de ti y permitiré que seas provocado hasta que te deshagas de todo esto.”

¿Está usted siendo probado? Si es así, simplemente ore: “Señor, has puesto el dedo dentro de mí en algunas áreas, saca todo esto de mi corazón ¡Fortaléceme Señor para que no dé pasos hacia atrás sino que vaya contigo hacia adelante!”

David Wilkerson.

19 mayo 2011

Dosis diaria - ¿Hiciste eso por mi?…

¿Te has preguntado por qué Dios da tanto? Podríamos existir con mucho menos. Pudo habernos dejado en un mundo plano y gris; no habríamos sabido establecer la diferencia. Pero no lo hizo así:

Él hizo explotar naranjas en el amanecer

y limpió el cielo para que luciera azul.

Y si te gusta ver cómo se juntan los gansos,

Hay muchas posibilidades que eso lo puedas ver también.

¿Tuvo Él que hacer esponjosa la cola de la ardilla?

¿Se vio obligado a hacer que los pajarillos cantaran?

¿Y la forma divertida en que las gallinas corren

o la majestad del trueno que retumba?

¿Por qué dar a las flores aroma?

¿Por qué dar sabor a las comidas?

¿Podría ser que Él quiere ver

todo eso reflejado en tu faz?

Si nosotros hacemos regalos para demostrar nuestro amor, ¿cuánto más no querría hacer Él? Si a nosotros, salpicados de flaquezas y orgullo, nos agrada dar regalos, ¿cuánto más Dios, puro y perfecto, disfrutará dándonos regalos a nosotros?

Jesús preguntó: «Si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le piden?» (Mateo 7:11).

Los regalos de Dios derraman luz en el corazón de Dios, el corazón bueno y generoso de Dios. Santiago, el hermano de Jesús, nos dice: «Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces» (Santiago 1:17).

Cada regalo revela el amor de Dios… pero ningún regalo revela su amor más que los regalos de la cruz. Estos venían, no envueltos en papel, sino en pasión. No estaban alrededor del arbolito, sino en una cruz. Sin cintas de colores, sino salpicados con sangre.

Los regalos de la cruz.

Mucho se ha dicho sobre el regalo de la cruz mismo, ¿pero, y los demás regalos? ¿Los clavos? ¿La corona de espinas? ¿El manto que se apropiaron los soldados? ¿Las ropas fúnebres? ¿Te has dado el tiempo de abrir estos regalos?

Tú sabes que no tenía ninguna obligación de dárnoslos. El único acto, lo único que se requería para nuestra salvación era el derramamiento de sangre, pero Él hizo mucho más que eso. Muchísimo más. Examina la escena de la cruz. ¿Qué encuentras?

Una esponja empapada en vinagre.

Un letrero.

Dos cruces a ambos lados de Cristo.

Los regalos divinos intentan activar ese momento, ese segundo cuando sus rostros se iluminan, sus ojos se abren, y Dios te va a oír susurrando: «¿Tú hiciste esto por mí?»

La diadema de dolor

Que conmovió tu dulce faz,

Tres clavos horadando carne y madera

Para mantenerte en ese lugar.

Yo entiendo la necesidad de la sangre.

Me abrazo a tu sacrificio.

¿Pero la esponja amarga, la lanza cortante,

La escupida en tu rostro?

¿Tenía que ocurrir eso en la cruz?

No hubo una muerte apacible

sino seis horas colgando entre la vida y la muerte,

todo estimulado por un beso de traición.

«Oh Padre», tú insistes,

corazón silencioso a lo que habría de ocurrir,

Siento preguntar, pero necesito saber:

«¿Tú hiciste esto por mí?»


¿Estaríamos dispuestos a hacer esta oración? ¿A tener tales pensamientos? ¿Será posible que el cerro de la cruz esté lleno de regalos de Dios? ¿Los examinamos? Desempacamos estos regalos de gracia quizás por primera vez. Y mientras los tocas y sientes la madera de la cruz y sigues las marcas dejadas por la corona y palpas las puntas de los clavos, te detienes y escuchas. Quizás lo oigas susurrándote:

«Sí. Yo hice esto por ti».

Extracto del libro “Él Escogió los Clavos”

Por Max Lucado