En el huerto del Getsemani, sabiendo que estaba a pocas horas de morir tomo la decisión de crear un plan perfecto para nosotros. “Oro también por los que han de creer en mí por palabra de ellos” Ese es usted. Cuando Jesús entro al huerto, usted estaba en sus oraciones. Cuando Jesús miro al cielo, usted estaba en su visión. Cuando Jesús soñó en el día que estaríamos con él, lo vio a usted allí. Su última oración fue por usted. Su último dolor fue por usted.
No piensen que fue sencillo, no es una historia que nos contaron de niños. Fue algo real. La Biblia dice que “Jesús estaba triste hasta la muerte”, se sentía solo. Jamás se ha sentido tan solo, lo que tiene que hacer no lo puede hacer nadie más. Nadie más puede venir y tomar las llaves de la muerte y darnos vida. Solo Él. “El espíritu a la verdad esta dispuesto, pero la carne es débil” confiesa Jesús. Su corazón de hombre implora al padre buscando fuerzas para seguir. Sabe que él podía tomar la decisión fácil y no hacer el sacrificio que estaba a punto de hacer.
Pudo haber huido. Pudo haber escapado. ¿Sabe porque no lo hizo? Porque Él lo vio a usted. En medio de un mundo que no es justo. Como dijo Max Lucado en su libro "Y los angeles guardaron silencio "Lo vio a usted arrojado en una vida que no ha pedido… traicionado por aquellos que ama. Lo vio con el corazón roto y el alma en pedazos. Lo vio a usted en su propio huerto de árboles torcidos y amigos que duermen". Lo vio a usted envuelto en sus fracasos y sus dolores. Lo vio a usted en el huerto de Getsemaní y no quiso que estuviera solo. El quería que usted supiera que el estaba allí con usted y que tiene diseñado un propósito para tu vida....
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