En la película La Guerra de las Galaxias (de G. Lucas), Luke Skywalker, después de escapar de sus enemigos, se encuentra con su maestro Obi Wan Kenobi, caballero Jedi. Obi Wan Kenobi le da una espada laser y le explica que para usarla con gran poder debe recurrir a la Fuerza.- “¿La Fuerza?”- le pregunta sorprendido Luke.
El maestro, entonces le responde: “La Fuerza es lo que le da al Jedi su poder. Es un campo de energía creado por todas las cosas vivientes. Nos rodea y nos penetra. Mantiene unida a las galaxias.”
Muchas personas imaginan o creen que Dios es “algo”, es “una fuerza”. Ellos tienen la fantasía de que Dios NO ES ALGUIEN, sino que es ALGO: una fuerza impersonal o alguna forma de energía sin rostro que está en las personas, en los animales, en las plantas, ¡y hasta en las piedras y la basura! Piensan que es algo extraño que flota en el universo y los guía.
Pero esto ¡es un mito!
Dios NO es algo flotando en el espacio. NO es una especie de energía que está ahí afuera y en algún lado. Dios no es una cosa, ni un algo.
¡Lo realmente sorprendente de Dios es que Él es un DIOS PERSONAL!
¿Sabés por qué decimos que es un Dios personal? Porque Él tiene las características de una persona. Por ejemplo: Dios piensa, tiene sentimientos, se comunica, toma decisiones, escucha, tiene ideas, crea, se entristece, se goza, ama, comprende, disciplina, etc…
En realidad somos nosotros, los seres humanos, quienes hemos recibido de Él éstas características personales, porque Él nos creó a su imagen y semejanza (Génesis 1:26-27). Nos hizo parecidos a Él, pero no iguales.
Tenelo presente ¡Dios es ALGUIEN y no algo!
Dios NO es una fuerza impersonal, ni una conciencia universal. La Biblia se refiere a Dios como “el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob” (Éxodo 3:6, 15, 4:5)
Le dio su nombre a Moisés (Éxodo 3:15)
Oyó la oración de Sara (1º Samuel 1:10-11)
Le habló a Isaías en el templo (Isaías 6)
Conoció a Jeremías antes de que éste naciese (Jeremías 1:4-6)
Para todos los que hemos creído en Jesús, Dios es nuestro Papá (1º Juan 3:1)
¡Una fuerza, o energía, no puede hacer o decir estas cosas!
Dios, el verdadero Dios, está personalmente interesado en vos. Él te conoce por tu nombre y te conoce profundamente. El conoce cada una de tus alegrías y tristezas. Él sabe lo que necesitás y cuándo lo necesitás. ¡Él tiene propósitos para tu vida! Él quiere escucharte. Él nunca te abandonará.
Piénsalo.
¿Qué otras ideas tienen las personas acerca de Dios?
¿Por qué la mayoría de las personas prefieren creer en una fuerza (o en nada) antes de creer en Dios que realmente se interesa por ellos?
Extracto del libro “No Dejes Tu Cerebro en la Puerta” - Josh McDowell
Adaptado por Conexión 3:16
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